divendres, 6 de novembre del 2020

Portugal, 3- Inglaterra, 2 (Euro 2000-Primera fase)

218. Luis Figo (1-2)

Portugal ha vivido, a nivel de selecciones, sus mejores años en las últimas dos décadas. Los lusos no habían enlazado una época tan continuada de buenos resultados en su historia. Cristiano Ronaldo es pieza clave en toda esta trayectoria pero, antes de que llegara, los portugueses ya disponían de futbolistas en la élite europea que tiraban del carro del equipo nacional. El más destacado, seguramente, fue el extremo Luis Figo.


El año 2000, además, fue el punto de inflexión más importante en su carrera. Pocas semanas después de participar en la Eurocopa, en la que llegó a las semifinales, protagonizó uno de los traspasos más polémicos de la historia del fútbol al dejar el FC Barcelona, ​​del que era uno de los capitanes e ídolos de la afición, por el eterno rival, el Real Madrid, previo pago de la cláusula de 60 millones de euros, aparte del IVA. Entonces tenía 27 años y se encontraba en el mejor estado de una carrera que fue larga y llena de éxitos, tanto con sus equipos, como con la selección.

Hasta ese año 2000, Luis Filipe Madeira Caeiro, conocido como Figo, había ido creciendo como jugador. Del extremo casi puro que había surgido de la cantera del Sporting de Portugal se había convertido en uno de los delanteros más completos del planeta, sobre todo gracias a sus conducciones llenas de potencia y en las asistencias de gol, más que por su capacidad realizadora. Figo sería Balón de Oro ese mismo año y había sido mejor jugador portugués de las seis últimas temporadas. Había debutado en un gran torneo en 1996, llegando a cuartos de final de la Eurocopa de Inglaterra y en el Barça era uno de los jugadores más queridos, con dos ligas, una Copa y una Recopa en su palmarés. De todos modos, ya había llegado a vestirse de azulgrana después de una polémica por duplicidad de contratos con la Juventus y el Parma. Una sanción que lo dejaba sin poder fichar por equipos italianos lo convirtió en barcelonista en 1995. Cinco años después, con dudas sobre su futuro en el Camp Nou, afrontó la Eurocopa de Bélgica y los Países Bajos.

El gol

Y el debut era duro, contra Inglaterra en Eindhoven. Ambos países iniciaban una rivalidad de tres enfrentamientos en los cuatro siguientes campeonatos en que las cosas siempre acabarían bien para los ibéricos. En los Países Bajos, parecía que Inglaterra tenía encarrilado el partido en la primera parte con dos goles al inicio de Scholes y McManaman, pero cinco minutos más tarde, llegaba el zarpazo de Figo.




Fue en una jugada marca de la casa, pero no por la banda, sino por medio, zona que cada vez frecuentaba más. Recogió el esférico en el centro del campo, avanzó sin que nadie le saliera al paso y soltó un disparo fortísimo que entró pegado a la escuadra de la portería de Seaman. Era su segundo gol en una Eurocopa y sería el último en un gran torneo, aunque actuaría en tres más. Encima, en el partido en concreto espoleó a su equipo, que empató mediante Joao Pinto y dio la vuelta al resultado en la reanudación a través de Nuno Gomes.

Portugal entraría como primera de grupo a cuartos de final tras vencer a Rumanía y a Alemania, aunque en este tercer partido, Figo descansaría. Reapareció para derrotar a Turquía en la primera eliminatoria pero, tal como ocurrió en 1984, Francia le cerraría el paso hacia la final por culpa de un penalti, que sería gol de oro, transformado por Zidane en la prórroga. No sería la vez en que el portugués estaría más cerca del título.

Unas semanas después, Figo consumó su marcha al Real Madrid donde se convertiría en el primero de los galácticos, seguido en años posteriores por Zidane, Ronaldo y Beckham, fichados por Florentino Pérez en su primera etapa de presidente. De blanco, entre otros títulos, consiguió dos ligas y la ansiada Liga de Campeones, en 2002, a la que siguieron una Supercopa europea y un mundial de clubes. Después, en 2005, ya con 32 años, aún tuvo tiempo de salir en dirección al Inter de Milán, donde acumuló cuatro ligas, una Copa y tres Supercopas.

Con la selección, su gran punto negro fue la Eurocopa de 2004. Ya con un emergente Cristiano Ronaldo en el equipo, Portugal jugaba el torneo en casa y lo tenía todo a favor para ser campeón antes de la final contra Grecia. Pero el gol de Charisteas en la segunda parte dejó a Figo, que había sido campeón del mundo juvenil con la selección, sin ningún campeonato con la absoluta. Dos veranos después, en 2006, aun llegó para jugar el mundial de Alemania, con 33 años. Disputó todos los partidos, pero se tuvo que despedir de la camiseta del equipo nacional con dos derrotas, en la semifinal contra Francia, una vez más, y en el partido por el tercer puesto contra Alemania.

Más allá del deporte, Figo es ahora embajador de la UEFA. Se casó con la modelo sueca Helen Svedin, con quien tiene tres hijas, y no deja escapar ninguna ocasión para opinar sobre cualquier aspecto de la sociedad con ideas que no dejan indiferente. Y es que el 2000, el año de su último gol en una Eurocopa, fue el mismo que lo convirtió en alguien que despierta amores u odios, sin término medio.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada