divendres, 27 de novembre del 2020

España, 1- República Checa, 0 (Euro 2016-Primera fase)

197. Gerard Piqué (1-0)

Hay futbolistas que han pasado a la historia por todo lo que han hecho sobre el campo, que ha sido mucho y muy bueno, pero que sólo tenían una dimensión, la deportiva. Otros se han significado por sobresalir no sólo en el terreno de juego, sino por ser activos en otros campos, buscar nuevas inquietudes, ser controvertidos en sus declaraciones y extraordinariamente poliédricos. Este es el caso de Gerard Piqué.


La genética azulgrana de Piqué es indiscutible. Su abuelo, Amador Bernabéu, ha sido directivo del club y él es socio del FC Barcelona desde el nacimiento. Se formó en las categorías inferiores y, con un físico imponente desde joven, apuntaba a ser un defensa central con mucho futuro. Pero en 2004, con 17 años, decidió aceptar la oferta del Manchester United y trasladarse a Inglaterra. Allí vivió una formación completa en uno de los mejores clubes de la época y llegó a debutar en el primer equipo, dirigido entonces por Alex Ferguson. Debutó en un partido de Copa de la Liga, ese mismo año, contra el Crewe Alexandra y también lo hizo en la Champions, con una derrota intrascendente en el campo del Fenerbahçe.

Sus intervenciones en Old Trafford, de todos modos, fueron muy esporádicas durante dos temporadas y aceptó una cesión al Zaragoza, con el que se movió, sobre todo, en la posición de medio centro de la mano de Víctor Fernández. Seguramente esta experiencia le fue muy bien para saber que podía jugar en la élite y, aunque al año siguiente tampoco tuvo muchos minutos en un United que ganó liga y Champions, en verano le llegó una oferta para fichar por un Barça que estrenaba a Pep Guardiola en el banquillo.

Volvió a casa por cinco millones de euros y fue una apuesta redonda por ambas partes. Al primer año, a pesar de la competencia de jugadores como Puyol, Márquez o Cáceres, fue pieza clave en la consecución del primer triplete de la historia del club y ya nadie le quitó de la titularidad durante la década siguiente, en la que el centro de la cobertura del Barça siempre ha sido formado por Piqué y otro.

Debutó con la selección en 2009, en un amistoso contra Inglaterra. Piqué ya había sido un habitual de las formaciones de base de España y en su segundo partido, en el Santiago Bernabéu, un escenario que siempre la ha motivado, consiguió el primer gol con el equipo de Vicente del Bosque, ante Turquía, en el camino hacia el mundial de Sudáfrica. Su trayectoria futbolística posterior la conoce todo el mundo. Ocho ligas, seis Copas, tres Champions, tres mundiales de clubes, tres Supercopas europeas y seis españolas adornan un palmarés riquísimo en el mejor FC Barcelona de la historia. Paralelamente, los títulos de campeón del mundo con España en 2010 y de la Eurocopa de 2012 con la formación hispana. Pero Piqué no sólo despierta pasiones en el campo.

Con una vida pública notoria por su relación con la famosa cantante Shakira, con quien tiene dos hijos, Piqué ha destacado siempre por su personalidad directa, por decir lo que piensa sin importarle crearse enemigos y por una iniciativa empresarial muy grande. Ha fundado negocios de todo tipo, desde videojuegos a productoras, e incluso ha conseguido para su consorcio, Kosmos, la organización de eventos como la Copa Davis de tenis, Piqué tampoco ha evitado nunca hablar de temas políticos como la independencia de Cataluña. Aunque no se ha puesto nunca del lado secesionista, sí se ha pronunciado a favor del derecho a decidir de los catalanes. Esto provocó que fuera abucheado por muchos aficionados españoles durante los entrenamientos y los partidos con La Roja. En un ambiente de este tipo contra el jugador, España afrontó la Eurocopa de 2016.

El gol

La selección de Del Bosque se quería rehacer en Francia del desastre de dos años antes en el mundial de Brasil con un conjunto parcialmente renovado, pero aún con supervivientes de los grandes títulos anteriores. El debut fue muy cerca de la frontera, en Toulouse, contra la República Checa en una calurosa tarde de junio. Y el partido se decidió en una jugada.


Los checos plantearon un partido defensivo, aunque en la reanudación lanzaron contras peligrosas que los podían haber avanzado en el marcador. El partido caminaba hacia el 0-0 hasta que, a tres minutos para el final, llegó el gol. Fue tras un córner en el que el balón salió fuera del área. Juanfran centró por la derecha y Rosicky rechazó de manera no muy acertada. El esférico cayó a pies de Pedro, éste lo cedió a Iniesta y el manchego envió un preciso centro ue fueron a buscar los dos centrales incorporados al ataque. Piqué se adelantó a Ramos y, de cabeza, superó a Cech. Después lo fue a celebrar con un gesto desafiante a la afición española que había detrás de la portería, que esta vez no pudo abroncarle.

La Eurocopa no terminó bien para España ya que, aunque ganó el siguiente partido, contra Turquía, cayó ante Croacia y quedó emparejada por la parte difícil del cuadro. Italia se tomó la revancha de la final de 2012 y selló la defunción del proyecto Del Bosque. Piqué actuó en todos los partidos. Pero su presencia en el equipo estatal tenía fecha de caducidad. Él mismo la puso después de un partido de clasificación para el siguiente mundial, en Albania. Algunos medios dijeron que había despreciado el himno nacional antes del inicio del duelo y él, enojado, informó que después de la Copa del Mundo dejaría el equipo. Y así lo hizo, una vez consumada la eliminación en octavos contra Rusia.

Piqué ha seguido en el Barça, donde su buen rendimiento individual ha coincidido con la descomposición del gran equipo azulgrana. Con 33 años, sigue poniendo su calidad, presencia en el juego aéreo y buena lectura del juego al servicio del equipo, aunque ha admitido que cuando no disfrute, lo dejará. Quien más, quien menos, ya piensa en él como futuro presidente del club y él no niega que esté entre sus mil y un planes.

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