diumenge, 8 de novembre del 2020

Checoslovaquia, 3- Países Bajos, 1 (Euro 76-Semifinales)

216. Anton Ondrus (1-1, en propia puerta)

Por primera vez en esta lista, el gol del día no vendrá acompañado de un repaso por la trayectoria del jugador que lo marca. Este volverá a aparecer más adelante. Más bien será una explicación sobre el equipo que se benefició de él, de uno de los grandes favoritos para ganar la Eurocopa de 1976, que se jugó en Yugoslavia, y cómo esta formación cayó en el peor momento en un partido lleno de incidencias. Antes de perder, sin embargo, los Países Bajos de Cruyff tuvieron la esperanza de llevarse la victoria, sobre todo después del autogol del defensa checo Anton Ondrus.


De la trayectoria de Ondrus hablaremos más adelante, ya que en este partido introdujo dos veces el balón en la portería, una la correcta y la otra a la propia. Su equipo se enfrentaba a una selección de los Países Bajos que llegaba al torneo, el último que se disputó en formato cuadrangular, con los mismos argumentos con los que deslumbró al mundo dos años antes en el mundial de Alemania Federal. Entonces, la naranja mecánica perdió la final contra los anfitriones y se esperaba que, en esta oportunidad, se repetiría el partido. Pero se necesitaba el permiso de una Checoslovaquia que había eliminado a Inglaterra en los cuartos de final y el de los anfitriones yugoslavos.

Esta fue la única fase final que Johan Cruyff disputó como jugador. De hecho, sólo estuvo operativo en el primer partido, el de las semifinales, jugado bajo una intensa lluvia en el estadio Maksimir de Zagreb. El entrenador de los neerlandeses ya no era Rinus Michels, que había ido al FC Barcelona, ​​sino George Knobel, que había entrenado al Ajax durante el año posterior a la salida del propio Cruyff de Amsterdam en dirección al Camp Nou.

Los Países Bajos habían tenido un camino complicado hasta el partido de Zagreb. En el grupo se habían desembarazado de Polonia, tercera clasificada en el último mundial, a pesar de perder por 4-1 en Chorzow, y de Italia, y en la eliminatoria de cuartos de final habían pasado por encima de Bélgica, a la que habían derrotado por 5-0 en la ida en Rotterdam con tres goles de Rensenbrink. La lista para el torneo incluía a todas las estrellas de la Copa del Mundo anterior con la única baja de Arie Haan, relevado por el joven defensa del PSV Van Kraay. Pero el partido fue muy accidentado y comenzó con derrota.

El gol

Porque fue justamente Ondrus quien avanzó a los checoslovacos en la primera parte, al superar al portero Schrijvers, que sustituía a Jongbloed. En la segunda parte, las cosas mejoraron con la expulsión del checo Pollak. Trece minutos más tarde, llegaba la desgraciada acción que daba esperanzas a los neerlandeses.



Knobel ya había hecho dos cambios, introduciendo en el campo a Van Hanegem por Rijsbergen, buscando más presencia ofensiva, y retirando a Rep, relevado por el goleador Geels. Fue éste quien recibió un esférico en la banda derecha y centró al área buscando a Cruyff. Pero Ondrus se interpuso, quiso rechazar con la pierna derecha en una acción que exigía utilizar la izquierda, remató al larguero, el balón rebotó en el portero Viktor, y se introdujo en la portería. Aunque en la narración el comentarista hable de un "gol maravilloso de Cruyff", es evidente que fue Ondrus quien se marcó.

Pero los Países Bajos no aprovecharon su momento y se tuvo que disputar la prórroga, una de las cuatro en cuatro partidos que se jugarían en el torneo. Y allí todo cambió. Ya antes, el colegiado galés Clive Thomas había expulsado a Johan Neeskens y, en el tiempo suplementario, Nehoda avanzó a los checoslovacos. Los jugadores neerlandeses se pusieron muy nerviosos, protestaron al árbitro y éste expulsó a Van Hanegem antes que Vesely, dos minutos antes del final, sellara el 3-1 definitivo. En medio de gritos contra el colegiado, Johan Cruyff abandonaba su última oportunidad de ganar un título con la camiseta naranja, ya que dos años después no asistiría al mundial de Argentina, según reconoció él años después por miedo por su integridad física después de que le hubieran estado a punto de secuestrar en casa. De hecho, Cruyff sólo jugó cinco partidos más con el equipo nacional, en los que ayudó a la clasificación para Argentina'78.

Knobel no siguió entrenando a los Países Bajos, relevado interinamente por Jan Zwartkruis antes de la llegada de un técnico de prestigio como el austriaco Ernst Happel, que llevó al equipo a un nuevo subcampeonato del mundo, en 1978. En aquel combinado, ya veterano, no estaba Cruyff. El ciclo se alargó hasta la Eurocopa de 1980, en Italia, con un nuevo fracaso antes de que los Países Bajos estuvieran tres torneos, los mundiales de España y México y la Eurocopa de Francia, sin participar. El retorno, con una nueva generación y con Michels en el banquillo, significó el único título de su historia, en la Eurocopa de 1988, doce años después de aquel autogol de Ondrus que hizo mantener la esperanza en Zagreb.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada