divendres, 13 de novembre del 2020

Checoslovaquia, 2- Alemania Federal, 2 (Euro 76-Final)

211. Dieter Müller (2-1)

De manera cíclica, el fútbol alemán ha vivido un idilio entre el apellido Müller y el gol. Es conocido por todos Gerd Müller, el máximo goleador de la historia del Bayern de Múnich y de la Bundesliga, uno de los rematadores más voraces de la historia y quien le dio al equipo germano su segundo mundial, con un gol, en 1974. Últimamente, Thomas Müller, también campeón del mundo, en su caso en 2014, jugador con una relación especial con la portería contraria. Pero no lo es tanto un jugador que sólo actuó en doce partidos con la selección, pero que fue capaz de anotar nueve goles en estos enfrentamientos, y que marcó cuatro goles en dos partidos en una Eurocopa cuadrangular que no ganó Alemania Federal. Era Dieter Müller.


A pesar de su fugacidad, aparecerá más veces en esta lista, por lo que habrá que dividir su carrera en apartados. En 1976 sólo tenía 22 años, hacía tres que estaba en el Colonia y dos temporadas antes había estado a punto de quedar máximo goleador de la liga alemana. Sólo le superó, por tres goles, Jupp Heynckes. Dieter Müller se diferenciaba de Gerd en que el primero era más físico, con 1,83 metros de altura, pero poseía el mismo instinto para marcar.

Nacido en Offenbach am Main, al lado de Frankfurt, sus orígenes habían sido en los Kickers, histórico conjunto de la ciudad. En su origen no se llamaba Müller, sino Kaster, el apellido de su padre Heinz, jugador del Sankt Pauli y del Eintracht en la década de los cincuenta. Pero cuando pasó a profesionales decidió adquirir el apellido Müller de su padre adoptivo y así fue conocido en todos los sitios.

Tras dejar a su conjunto de formación, estuvo en ocho temporadas en el Colonia, equipo con el que anotó 159 goles en 248 partidos, ganó una liga y dos Copas y se convirtió en dos ocasiones en máximo goleador de la competición . Todos estos títulos, sin embargo, llegaron después del torneo que lo dio a conocer internacionalmente, una Eurocopa que Alemania le debería en caso de haberla ganado-

En realidad, no fue muy normal su convocatoria para el torneo final básicamente porque no había debutado en la selección antes del campeonato. Llegó a él como suplente y fue utilizado por el entrenador, Helmut Schön, como medida desesperada a once minutos para el final de la semifinal contra Yugoslavia, que los alemanes perdían por 2-1. No sólo empató en el minuto siguiente de entrar en el campo en el primer balón que tocó, sino que marcó dos goles más en la prórroga. Ya era héroe nacional.

El gol

Una aparición tan fulgurante le hizo ser titular en la final contra Checoslovaquia. Los alemanes tenían problemas para encontrar a un sustituto de Gerd Müller, que había abandonado el equipo nacional después de ganar la final del mundial de 1974 y ya no volvería más, una decisión de la que se arrepintió después, y las cifras del otro Müller eran una buena arma para aspirar a retener el título logrado en 1972. Pero los checoslovacos no tenían los mismos planes y se adelantaron en el marcador, primero con un gol de Svehlik el minuto 8 y después con uno de Dobias, en el 25. Pero tres minutos después, Alemania Federal apareció en el partido.


Fue en una acción por la banda derecha tras un pase de Schwarzenbeck a Vogts, que avanzó y, cuando fue obstaculizado, el balón cayó en Bonhof. Este levantó la cabeza y vio al goleador Dieter Müller solo, en el segundo palo, en posición dudosa. Hizo un buen centro y el rematador empalmó una volea cayendo al suelo que hizo inútil la estirada del portero Viktor. Cuarto gol en 69 minutos efectivos de juego.

Alemania Federal empataría el partido en el último minuto del tiempo reglamentario, mediante el extremo Holzenbein. La final fue hasta los penaltis. Allí, un error de Uli Hoeness y el penalti famoso de Panenka dieron la victoria a los checoslovacos. Dieter Müller no disparó ninguno de los tiros desde los once metros. Su gran actuación no había servido para asegurar el título.

Lo mejor de la relación entre este Müller y la selección es que volvió a ser convocado para la siguiente competición, el mundial de Argentina, en 1978, de nuevo sin haber jugado ninguno de los partidos de la fase de clasificación. De hecho, después de un buen 1977, en el que anotó tres goles en cinco amistosos, hacía un año que no iba convocado cuando Helmut Schön reparó de nuevo en él. En los cuatro partidos en los que actuó volvió a marcar dos goles, pero no pudo evitar la eliminación de una selección ya devaluada, pero que dos años después sería campeona de Europa, en la segunda fase. Después de aquello, cuando sólo tenía 24 años, ya no se volvió a vestir más la camiseta del equipo nacional. La historia de Dieter Müller es la de uno de los mejores rendimientos en cuanto a cifras y menos continuidad que se conoce.

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