dijous, 19 de novembre del 2020

Austria, 0- Croacia, 1 (Euro 2008-Primera fase)

205. Luka Modric (0-1)

Entre hoy y el domingo disfrutaremos en esta lista de dos goles de uno de los centrocampistas más completos del fútbol europeo de la última década. Hasta su primera Eurocopa, era un casi total desconocido en el continente, miembro de una selección que entraba y salía de los grandes campeonatos, aunque ya se hablaba de él como una posible futura figura y líder de su equipo nacional. Entre este gol y el próximo, se convirtió en una estrella, ganó tres Ligas de Campeones, a las que luego añadiría otra, y en 2018 incluso fue Balón de Oro. Es el croata Luka Modric.


Toca, por tanto, hablar de la primera parte de esta historia. Lo primero que sorprendía al ver imágenes de Luka Modric estaba en su parecido físico con Johan Cruyff, más de cara que de cuerpo. Modric, más bajo que el genial neerlandés, no es un futbolista tan ofensivo, de tantos cambios de ritmo en los últimos metros, ni de tanta llegada al área, pero también es un elemento diferencial. Destaca por su técnica, el control del espacio y el tiempo, una importante capacidad de sacrificio cuando toca defender, una fantástica visión de juego y un demoledor disparo desde fuera del área.

Nacido en 1988, su familia fue una de las víctimas de la guerra de Croacia. Le pusieron Luka por su abuelo, al que había ayudado a cuidar cabras hasta los cinco años, y que fue ejecutado por las milicias serbias en el conflicto bélico. Su padre también tuvo que combatir y el pequeño Modric se vio obligado a vivir como refugiado en un hotel durante siete años. En aquel tiempo, el fútbol le servía para olvidar las bombas que caían a encima de la ciudad. Debían jugar en el aparcamiento del hotel y los padres de los niños que residían intentaban que todo lo que les rodeaba no afectara a los niños.

En medio de toda esta situación, y gracias a la ayuda de un tío, con sólo cuatro años fue inscrito en una academia de fútbol de Zadar. Él tenía a su compatriota Zvonimir Boban, entonces el Milán, como gran referente. Poco a poco fue creciendo, pero no suficiente para algunos técnicos del país, que también se iba pacificando muy lentamente. Fue descartado por el Hajduk Split, el equipo más grande de Dalmacia, por ser demasiado bajo y cuando tenía dieciséis años el jefe de la academia recomendó a sus padres que aceptara una oferta del Dinamo de Zagreb, con lo cual se tuvo que trasladar a la capital.

Modric fue cedido primero al Zrinjski Mostar, de la liga bosnia, y al Inter Zapresic croata, donde se curtió y endureció, antes de volver al primer equipo del Dinamo. En el equipo de la capital, casi único dominador en el país, consiguió tres ligas y su nombre comenzó a sonar. En 2006 fue especial. Debutó con la selección absoluta en un amistoso contra Argentina, ganado por 3-2, y fue a su primer mundial con dieciocho años. En el torneo alemán acumuló 28 minutos de experiencia contra Japón y Australia. Dos años después, con veinte años, ya era el líder del equipo, al que había conducido a la Eurocopa de Suiza y Austria dejando en la cuneta a Inglaterra. Equipos importantes de Europa ya se lo disputaban.

El gol

La Eurocopa, por tanto, sería un gran escaparate para ese talento y se empezaría a ver en el partido contra uno de los anfitriones, Austria, en el Estadio Ernst Happel de Viena. En sólo cuatro minutos, demostró su carácter.


Fue en una acción suya por la banda izquierda después de presionar y robar un balón al defensa Stranzl. Combinó con Ivica Olic y éste, cuando intentaba penetrar, fue obstaculizado por Aufhauser. En el equipo había jugadores veteranos como el propio Olic, Petric o los hermanos Kovac, pero Modric asumió la responsabilidad de ejecutar el lanzamiento y superó por el centro al portero Macho. Croacia acabaría ganando aquel partido con este solitario gol.

El centrocampista también jugó todo el encuentro contra Alemania, con victoria por 2-1 que aseguraba el pase a los cuartos de final. Descansó en el tercer enfrentamiento, en el que los suplentes derrotaron a Polonia y reapareció en los cuartos de final. Volvió a ser en Viena y parecía que los croatas estaban a punto de entrar en las semifinales con un gol en el tramo final de la prórroga de Klasnic, pero el empate de Semih Sentürk cuando nadie lo esperaba condujo a unos penaltis en que Modric ya no estuvo tan acertado como en el duelo del debut y envió fuera el primer penalti de su selección.


Tras él fallaron Rakitic y Petric y Croacia quedó fuera del torneo. Fue una lástima y una decepción, pero Modric ya no volvería al Dinamo. Aquel verano lo fichó el Tottenham, debutaría en la Premier League y empezaría su gran década.

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