dimarts, 1 de juny del 2021

Alemania, 0- España, 1 (Euro 2008-Final)

11. Fernando Torres (0-1)

Salvo por la victoria en la Eurocopa de 1964, la selección española había llegado al siglo XXI bien entrado huérfana de grandes torneos absolutos en sus vitrinas. Todo cambió en cuestión de cuatro años, en los que la formación hispana sumó dos Eurocopas y una Copa del Mundo y pasó a dominar el fútbol de combinados estatales en todo el mundo. El primero de estos torneos cayó en 2008 gracias a un gol, en la final, del talentoso y precoz Fernando Torres.


Torres debutó con sólo 17 años con el Atlético de Madrid en un período muy complicado para la formación colchonera, cuando ésta se encontraba en Segunda División. Se convirtió en la gran esperanza de futuro de la entidad, a pesar de que tuvo que estar una temporada más en la segunda categoría y no debutó en Primera hasta 2002. Ya entonces, había sido decisivo en las selecciones españolas sub-16 y sub-19, a las que había dado el título europeo en años consecutivos. Se trataba de un atacante moderno, con un físico privilegiado y con suficiente técnica como para combinar con los compañeros y resolver dentro del área.

El impacto de Torres en la Primera División fue inmediato. En los cinco años en que actuó con el Atlético en su primera etapa no bajó nunca los trece goles y, dada su trayectoria, era de cajón que tenía que iniciar una larga trayectoria en el equipo nacional. Debutó en 2003 y aun llegó para disputar un par de partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de Portugal, del verano siguiente, que sería su primer gran torneo con 20 años. Torres fue suplente en los dos primeros partidos y titular en el último, en el que un gol de Nuno Gomes dejó al combinado de Iñaki Sáez fuera del campeonato en la primera fase.

Torres se consolidó en el equipo español con una leyenda del Atlético de Madrid en el banquillo, Luis Aragonés. Anotó seis goles en nueve partidos en la fase de clasificación para el mundial del 2006 y, en la fase final, marcó tres veces en las victorias contra Ucrania y Túnez, en este último duelo en dos ocasiones, lo que permitió a España llegar a octavos de final. En esta fase, sin embargo, la semilla del gran equipo del futuro fue eliminada por la Francia de Zidane.

Un año después, con 23, Torres dio un gran paso y dejó la liga española para fichar por el Liverpool. En Anfield, aunque no ganó ningún título en tres años y medio, se convirtió pronto en una estrella, anotó 24 goles en la primera temporada y no tuvo ningún problema para entrar en la lista de Luis Aragonés para el Eurocopa de Suiza y Austria de 2008. Allí, su entendimiento con el otro delantero del equipo, David Villa, era total. Él marcó un gol en la victoria contra Suecia por 1-2 en la primera fase y se quedó como delantero fijo cuando el asturiano se lesionó en las semifinales contra Rusia. El conjunto español, con muchos centrocampistas para surtir de balones al atacante, tenía que jugar contra Alemania la final del torneo.


El gol

Las dos selecciones tenían cuentas pendientes en las Eurocopas desde los años ochenta. Un gol de Maceda había eliminado los teutones de la de 1984 en la primera fase y dos de Rudi Völler habían hecho lo mismo con los españoles cuatro años después. El equipo de Joachim Löw buscaba el cuarto título para la Mannschaft, liderada por Michael Ballack en el campo, ante una formación que sufría una urgencia histórica al no haber ganado nada en 44 años. Pero algo había cambiado y la acción decisiva llegó pasada la media hora de juego.


Y tuvo a Xavi como protagonista. El centrocampista del FC Barcelona, ​​elegido el mejor futbolista del campeonato, demostró lo importante que era participando en el inicio de la acción y luego adelantándose entre líneas para recibir el pase del medio centro Senna. Rápidamente se giró y envió un balón al espacio, entre el lateral Lahm y la salida del portero Lehmann. Parecía que uno de los dos llegaría, pero los pasos largos de Torres le ayudaron a superar por físico al defensor, llegar al esférico y a tocarlo por encima de la salida del portero del Arsenal para anotar el único gol de un partido en el que España no maravilló, pero que dominó con solvencia.

El gol de Torres hizo cambiar la mentalidad de su generación. El segundo título europeo de España la situó al frente de la lista de favoritos del siguiente mundial, el de 2010, que conquistó, y también en la Eurocopa de cuatro años más tarde, en la que el madrileño, especialista en anotar en finales de selecciones, se convirtió en el primer jugador en meter gol en dos finales del campeonato europeo. "El Niño" se había hecho mayor y su equipo nacional, también.

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